Convergencia de software y marketing

A medida que las redes sociales aumentan su protagonismo, las compañías de software como Oracle o Salesforce comienzan a comprar empresas pequeñas de marketing digital.

Durante muchos años el software y los medios publicitarios – físicos y virtuales- avanzaron por caminos separados. Pero la convergencia tecnológica acelera los cambios y en este caso le toca al marketing, en parte gracias a las redes sociales. Tal vez por eso muchas empresas del ranking de las 1000 de Fortune estén invirtiendo en empresas de este sector: Oracle y Salesforce, por ejemplo, se hicieron con Buddy Media, Virtrud, Radian 6 y Collective Intellect. Cinco razones que explican el contexto de la convergencia.

1) Las redes sociales hoy representan el medio más grande. 
Por su uso diario es fácil perder la perspectiva pero las redes sociales cuentan con 1.000 millones de consumidores. Los expertos en marketing tienen que analizar cómo alcanzar a los clientes clave y establecer la frecuencia y el impacto que se quiere tener en la audiencia. Esto acelera la necesidad de integración de diferentes sistemas de IT: CRM, marketing colaborativo y atención al cliente. Las tecnologías presentes en las empresas hoy no facilitan esta colaboración entre las diferentes áreas; se necesita un nuevo ecosistema.

2) Facebook y Twitter concentran la mayoría de las estrategias de marketing.
Estas dos redes sociales están empujando la convergencia de los diferentes medios. Las estrategias de marketing que se aplican en estas plataformas están dejando de lado el enfoque tradicional por otro más integrado.

3) Los gerentes de marketing están descubriendo que la vida es compleja
Si las empresas dejasen de publicitar en Facebook, perderían 80% de su base de fans. Una base sobre la que invirtieron bastante. Las reglas tradicionales del marketing ya no funcionan y para conectarse con los fans se necesita la integración de agencias, departamentos de marketing y tecnologías colaborativas. De alguna manera las estrategias se complejizan como respuesta a un mundo que cambia rápidamente.

4) ¿Cuál es el próximo paso? 
Management de contenido, management de publicidad, CRM y analytics… todo se integrará, a veces por la fuerza de la necesidad. Los grandes buques de marketing se enfrentan a un ecosistema complejo y cambiante que requerirá el reemplazo de sistemas de IT preexistentes. Las empresas de software pueden ayudar en este sentido.

5) Nuevos jugadores
Los eventos de marketing como Cannes se verán diferentes hacia 2013. Empresas grandes de software como Oracle, Salesforce, Adobe, Syncapse y otras, pelearán por atención y credibilidad para poder hacer frente a los desafíos de marketing que las empresas tendrán en el futuro. Por lo tanto la agenda de los gerentes de marketing lucirá distinta: atraer a una audiencia nueva, llena de “clientes sociales”, no será fácil.

¿En realidad son las redes sociales útiles para encontrar trabajo?

Un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte prueba que redes sociales como Facebook y LinkedIn son útiles a la hora de encontrar trabajo pero, mayoritariamente, en puestos gerenciales.

¿Las redes sociales son elitistas? Según un estudio de la Universidad Estatal de Carolina del Norte las redes sociales son más útiles para conseguir trabajos gerenciales, que pagan bien, que puestos de trabajo de nivel inicial o medio. También se reveló que en Estados Unidos y Alemania herramientas sociales como Facebook y LinkedIn están ganando cada vez más importancia a la hora de buscar una fuente de ingreso. Sin embargo, como los trabajos tienden a ser calificados, la tendencia podría indicar cierta inequidad en los salarios.

Para investigar el fenómeno los científicos se valieron de encuestas realizadas en Estados Unidos y Alemania que intentaban investigar cuántas personas encontraban trabajo a través de canales informales. Se habla de selección informal vía social media cuando a una persona, que no está buscando trabajo, se le ofrece una nueva oportunidad a través de sus conexiones en redes sociales.

Llegaron a la conclusión de que, en promedio, la selección informal es más común en Alemania, donde 40% de los nuevos puestos se cubrieron a través de esta clase de herramientas; en Estados Unidos ese número baja a 27%. Sin embargo, este porcentaje no alcanza a todos los estratos sociales: hay más búsquedas de personal calificado con miras a puestos gerenciales que de personal eventual. En Estados Unidos, por ejemplo, por cada dólar más de salario por hora, las chances de encontrar un puesto en Facebook o LinkedIn suben 2%.

Las cifras son claras: las posibilidades de encontrar un trabajo que pague US$ 40 la hora en redes sociales (US$ 80.000 por año) es 66% mayores que las de encontrar un trabajo que pague el salario mínimo (US$ 7,25 por hora). Esta relación no se da en el otro país investigado, Alemania.

Los resultados que marcan una tendencia en Estados Unidos son sorprendentes: en un mercado laboral libre, sin restricciones, se cree que las personas alcanzan sus posiciones por mérito, no por conexiones. Esto demuestra que las instituciones más importantes premian el mecenazgo y el nepotismo, empujando la inequidad en ese país.

Las marcas tienen potencialidad para contar historias

De manera creciente las marcas están invirtiendo en marketing online. Sin embargo no todas están enfocadas en el contenido. La potencialidad de las marcas para contar una historia y así agrandar el vínculo con sus consumidores es enorme.

Todas las marcas pueden contar una historia. Para los expertos en Marketing es crucial: si no pueden hacerlo no tiene sentido tener una estrategia en redes sociales, blogs, entornos móviles o revistas.

El marketing de contenido (o Content Marketing) es una de las ramas más populares dentro de la actividad. Las cifras así lo prueban: se estima que 70% de los adultos serán influenciados por el marketing de contenido. 61% de ellos confesaron sentirse positivamente atraídos a las marcas que cuentan historias; 53% dijeron que esos esfuerzos los estimularon a comprar productos.

Por lo tanto la frase “todas las marcas pueden producir contenido” se vuelve importante en el plano material, no solo en el simbólico. Incluye a toda clase de productos, inclusive los que pueden producir vergüenza por su uso intimo como los de higiene femenina.

Es cierto que hay marcas más atractivas que otras y por lo tanto el trabajo del equipo de marketing será más fácil. Pero todas deben mirar dentro de la compañía, rescatar valores corporativos, y contar historias que resuenen con el público general pero que tengan que ver con misión de la empresa. Para eso no hay plataformas obligatorias: inclusive con el crecimiento en popularidad de las redes sociales los equipos de marketing pueden ir más allá a la hora de comunicar.

Un ejemplo de marketing de marca dificultosa es el de Water.org. Armó una campaña de concientización alrededor de “El día mundial del inodoro”. El reciclado de agua es algo que preocupa a muchos pero pocos conocen sobre el desperdicio que se produce en los baños. Con la ayuda del actor Matt Damon estimularon a las personas con el hashtag #talkshit (del sentido “hablar mal”) para que contaran historias sobre sus propios problemas de plomería. La campaña fue un éxito: más de un millón de personas se sumaron con sus testimonios y 4.000 dejaron que Water.org posteara en sus cuentas de Twitter y Facebook automáticamente.

La campaña fue un éxito porque las historias detrás eran verdaderas pero también porque la estrategia de marketing fue inteligente desde el primer día. Detrás hubo también una fuerte inversión en la iniciativa que se valió del humor para incentivar a las personas a interactuar con la ONG.

Una lección que las marcas inteligentes pueden aprender y, si se animan, llevar más allá.

Las redes sociales fomentan el marketing activo

Aunque tradicionalmente las estrategias de marketing tendían a la pasividad la irrupción de las redes sociales puso punto final a la tendencia.

Tradicionalmente valía que el jefe del departamento de marketing tomase una decisión para que la estrategia se desarrollase con tranquilidad, a su tiempo. Sufrían, entonces, de carencia de datos y por lo tanto no conocían plenamente a sus audiencias. No tenían datos en tiempo real por lo tanto su rol era más bien pasivo. Las empresas debían, entonces, resignarse a gastar dinero y esperar que el resultado fuese el que esperaban. Las redes sociales derribaron esta metodología.

En un mundo dominado por las redes sociales la palabra “pasivo” no existe. Los marketineros no deberían verlo como un verdugo que viene a complicar su trabajo sino todo lo contrario: la rapidez de las redes sociales permite crear resultados en vez de esperarlos.

La televisión sirve como ejemplo. En el modelo tradicional los anunciantes compraban espacios, se aseguraban de que los comerciales saliesen al aire y obtenían la devolución tres meses después. No era un verdadero reflejo de sus audiencias y si necesitaban cambiar la estrategia a mitad de la marcha tenían que “adivinar” los resultados basados en números con tres meses de antigüedad.

Hoy la oportunidad está en el cambio de estrategia porque abundan los datos para hacerlo. Hay más de mil millones de personas ofreciendo opiniones y discutiendo lo que les gusta y lo que odian en las redes sociales. El especialista en marketing hoy puede entender a su audiencia en tiempo real y usar los datos para tomar decisiones basadas en el hoy. Hay muchas áreas que pueden beneficiarse: desarrollo de nuevos productos, creación de campañas, creación de contenido y la lista sigue. Los expertos con inteligencia sabrán usar lo que dicen las redes sociales para cambiar de estrategia a mitad del río. Detrás de todo esto está la tecnología que permite achicar la incertidumbre en la toma de decisiones.

La revancha de McDonalds

Después de recibir golpes de diversos grupos por sus productos, McDonalds hoy apuesta a ingredientes más sanos y a la creación de restaurantes más sustentables.

La opción de rentar hashtags en Twitter puede ser controversial. Es decir, no siempre funciona. Y ese fue el caso de la nueva campaña publicitaria de McDonalds, en la que la compañía pretende mostrar la calidad de los ingredientes que se utilizan todos los días para hacer las comidas rápidas que todos conocen.

En los comerciales se mostraba agricultores trabajando la tierra, mostrando una papa con tierra que luego se transformaría en las papas fritas de la marca. La idea era mostrar que la marca no vendía comida rápida sino comida real, nacida de la tierra, orgánica. Para promocionar los anuncios se valieron del hashtag #MeetTheFarmers y de #McDStories. Todo iba bien hasta que empezó a ir mal. Desde su escritorio, el director de redes sociales de la empresa, Rick Wion, vio cómo las personas creaban historias falsas –o aterradoramente reales- sobre los productos de McDonalds. Un éxito de relaciones públicas se convirtió, rápidamente, en una crisis desastrosa.

El problema de McDonalds no empezó con el fiasco de #McDStories sino mucho antes, cuando vio puesta a prueba su reputación con el documental “Super Size Me”, de Morgan Spurlock. Allí el director y protagonista se dedicaba a comer comidas de los arcos dorados durante un mes para probar que sus productos perjudicaban drásticamente la salud. No fue el único. El año pasado monjas en Filadelfia y doctores en Chicago castigaron a la compañía por minimizar su rol en la “epidemia de obesidad” que actualmente sufre una parte de Occidente.

En el centro de la controversia está el marketing del menú para chicos, la Cajita Felíz. Incluso algunos críticos han instado a la empresa a deshacerse de su símbolo más viejo, el viejo payaso Ronald McDonald.

El tema de la salud es central en la estrategia de negocios a largo plazo de la empresa. Tanto es así que todos los años se vota, en una reunión con los grupos de interés, qué medidas se van a tomar para responder al problema de la obesidad. Es una contraofensiva que este año podría ser más útil al negocio que nunca.

McDonalds no para de crecer. Las empresas rivales como Wendy´s o Burger King han bajado su cuota de mercado mientras que McDonalds la ha aumentado. Hoy se lleva 17% del negocio de restaurantes de Estados Unidos según un análisis de Technomic Inc, una consultora del sector gastronómico. Los cuatro restaurantes que le siguen – Subway, Starbucks, Burger King y Wendy´s- no llegan, todos juntos, a ese número. Ni siquiera la crisis económica ha retrasado su progreso, generando US$ 2.6 millones de ganancia por sucursal por año. Eso significa un incremento de 13% desde 2008. Estas cifras empujaron las acciones de la empresa a US$ 100, un record histórico.

La publicidad tiene que ver con el éxito. Su presupuesto estimado es de US$ 2000 millones, una cifra que no conoce rivales y que solo se puede comparar con el PBI de algunos países pequeños como Aruba. Eso hace que McDonalds pueda alcanzar públicos inmensos, más allá de las personas que vieron “Super Size Me”. Para seguir creciendo McDonalds tiene que convencer a las personas que no comen en sus restaurantes de que empiecen a hacerlo. Su misión es complicada: retener a fanáticos y convencer a los escépticos de que comer en el restaurante de comidas rápidas es una buena idea.

Una manera de evangelizar sobre la marca es mejorando el producto. O mejorando la manera en la que el producto es percibido. McDonalds sirve a 28 millones de personas por día pero, aunque tiene sus fanáticos, si la calidad del producto mejorase más personas se acercarían a comerse un Big Mac, su producto estrella.

La estrategia tiene dos patas: remodelar los restaurantes para hacerlos más divertidos y sustentables y agregar opciones más sanas a los menúes. Los ejecutivos están tratando de convertir a McDonalds en un restaurante más verde y sano. Y las cosas están cambiando en serio: el año pasado vendieron más kilos de pollo que de carne vacuna, algo impensable décadas atrás. Sería como que Starbucks vendiese, de repente, más té que café.

Los menúes se han remodelado – ofrecer más ensaladas y frutas, especialmente en menúes para niños- pero también lo han hecho sus sucursales. Hoy todos tienen servicio de Wi-fi gratuito y los muebles son coloridos y divertidos. Inclusive hay pantallas LED donde se puede ver el Canal McDonalds. Tal vez el cambio más importante se haya dado en la manera en que se obtiene energía: hoy en Estados Unidos hay restaurantes que emplean paneles solares, comprometidos a un uso más sustentable de la energía.

McDonalds va por la revancha: está cambiando para adaptarse a las nuevas preocupaciones de una nueva generación.

La televisión en la era de la web 2.0

La manera en que vemos la televisión ha cambiado. Hoy los usuarios son multipantalla porque interactúa con varias mientras mira televisión. Llos programas son eventos que se comparten socialmente en las redes de la web 2.0.

El sueño de poder mirar la televisión con miles de personas a la vez es hoy una realidad, aunque nadie lo note. Hoy las personas pueden ver un programa de televisión en una pantalla, twittear al respecto en su timeline y subir un link de la banda de sonido en Facebook. La acción de mirar la televisión hoy se comparte; es social.

Desde que en los 80 se popularizaron las grabadoras de video las personas ya no están atadas a un televisor. La aparición de dispositivos como el iPad, el iPhone o el Kindle Fire permiten llevar la televisión a todos lados. Para verla ya no hay que atarse a un aparato: el paradigma ha cambiado y hoy los usuarios son multipantalla.

Algunos deciden llevar esta teoría más allá y dicen que hoy la televisión se ha mezclado tan profundamente con la web 2.0 que es imposible delimitarlas. Se necesita de una pantalla adicional – una computadora, una tableta, un teléfono – para compartir la televisión. La experiencia cambia porque con una segunda pantalla y una conexión a Internet ya nadie mira televisión solo. Hoy más que nunca el individuo es parte de una audiencia que comparte, reflexiona y mira televisión junta. Inclusive llega a participar de debates con los protagonistas mismos de los programas que son más accesibles que nunca gracias a redes abiertas como Twitter.

Esta información es muy útil para los canales de televisión y las grandes productoras que pueden medir, a tiempo real, la temperatura de sus audiencias. En la última entrega de premios anual del canal de música MTV –los VMAs: Video Music Awards- se generaron 8.868 twitts por segundo cuando la cantante Beyonce se tocó la panza, admitiendo por primera vez que estaba embarazada.

Esta tendencia ha creado, también, nuevas posibilidades de negocios. Sitios como TweetTV, en donde las personas pueden ver un canal en streaming y comentarlo al costado, o como ACTV8.me, un lugar en donde los usuarios que comentan ganan puntos que se pueden canjear por entradas de cine.

Las cifras ayudan a entender un poco este fenómeno: nueve de cada diez personas dijeron que mirar televisión y comentarla en redes sociales es una nueva forma de entretenimiento, según Hollywood Reporter. La opinión de líderes de opinión en la web 2.0 marca qué ver y qué comprar, de ahí su importancia estratégica para cualquier marca. Los gerentes de programación y los anunciantes hoy no miran el contenido del programa sino cómo la audiencia responde a ellos via Twitter.

La televisión siempre ha estimulado la conversación. Solo que ahora no ocurre en el living de las casas sino en el espacio común de las redes sociales.

Cómo conquistar a la generación Z

Una nueva generación está por entrar al mercado laboral. Son los miembros de la generación Z, los adolescentes que nacieron después de 1995. Cómo son, cuáles son sus expectativas, qué los motiva y cómo el marketing puede atraerlos a las marcas.

Para un mismo evento existen diferentes interpretaciones. En comparación con los baby boomers, hijos de la segunda posguerra, la generación X imponía posturas radicales: era una nueva manera de ver el mundo. Con cada generación que se integra al mercado laboral ocurre lo mismo. La generación del milenio aporto nuevos desafíos y ahora se suma la generación Z. Son los adolescentes nacidos después de 1995 que, a punto de cumplir 18 años, se disponen a comenzar su actividad laboral.

Esta generación es la primera en haber nacido y crecido en un mundo completamente digital. Dan por sentada una rápida conexión a Internet y la presencia de dispositivos cada vez más innovadores como las tabletas y los teléfonos inteligentes.
La consultora de marketing JWT hizo un análisis de 400 adultos, 200 niños entre 8 y 12 años y 200 adolescentes entre 13 y 17 en Estados Unidos y Gran Bretaña. Entender a este grupo de personas es el primer paso para saber cómo venderles productos.

Los resultados no sorprenden demasiado. Para la “Gen Z” la conexión a Internet lo es todo porque representa acceso a música, películas y a sus amigos. 90% de los jóvenes estadounidenses y británicos dijeron que son reacios a renunciar a su conexión a Internet inclusive por encima de lo material- objetos y dinero- o de salidas al cine o al teatro.

De todos los dispositivos, el teléfono inteligente lleva la delantera. Como concentra muchas de las actividades recreativas tiende a reemplazar a otros aparatos, como reproductores de música o consolas de videojuegos portables. Algunas cosas nunca cambian y la televisión sigue siendo importante.

La “Gen Z” entiende que la interacción digital es más fácil y conveniente que usar canales de comunicación más tradicionales. Más de la mitad de los entrevistados así lo aseguró: 4 de cada 10 dijeron sentirse más cómodos hablando online que en la vida real y lo encuentran más divertido. A los padres los incómoda un poco. Aunque reconocen el valor de que sus hijos integren las redes sociales y confían en su responsabilidad entienden bien los peligros potenciales de involucrarse con extraños online. 8 de cada 10 padres vigila a los adolescentes más jóvenes mientras están conectados.

A pesar de los controles, Facebook hoy es tan común para los chicos como hace 50 años era ir a jugar a la plaza de barrio. Un tercio de los entrevistados, inclusive, maneja múltiples redes sociales, especialmente Twitter. Un porcentaje pequeño no tiene identidad digital.

Sin embargo, los miembros de la generación Z parecen ser compradores racionales. Antes de hacer una compra dicen pensar en la situación financiera de sus familias. 8 de cada 10 adolescentes consulta y conversa cómo pagar los dispositivos que quieren comprar. Si sus padres están intentando ahorrar, 9 de cada 10 prefiere no comprar nada. La situación financiera mundial preocupa mucho a los miembros de esta generación. La mayoría ve con pesimismo su futuro laboral y financiero. Que los acepten en universidades también preocupa y mucho.

¿Cómo pueden los especialistas en marketing llegar a este nicho de consumidores?
Una posibilidad es crear más y mejores estrategias móviles. Los adolescentes aman a sus teléfonos celulares y las cifras lo prueban: 83% de los chicos tienen uno antes de llegar a la secundaria. Es un dispositivo totalmente integrado en la vida de muchos que facilita socializar, comprar y navegar la web con aplicaciones de geolocalización que permiten proveer información sobre qué está cerca y qué promociones existen. Lamentablemente hoy la mayoría de las estrategias de marketing no explotan este gran potencial. Según Google sólo un quinto de los anunciantes tienen versiones móviles de sus sitios. Las marcas necesitan dominar lo que llaman “SoLoMo” (Social, Local, Móvil) para asegurarse una aparición diaria en los teléfonos.

Las aplicaciones son otra herramienta indispensable porque permiten asociar a la marca con la diversión. A todos les encanta Instagram, por ejemplo, pero un cuarto de sus visitas provienen de personas con menos de 24 años. La marca de ropa de lujo Burberry se subió a la ola y ahora tiene 280.000 seguidores en su cuenta.

Si los usuarios de esta generación dan a la conectividad por sentada no estaría mal que las marcas que tengan comercios minoristas ofrezcan este servicio con rapidez y facilidad de acceso. Apple hizo escuela, ofreciendo excelentes conexiones y la posibilidad de que el usuario interactué, a través de sus teléfonos, con los dispositivos a la venta.

Las marcas también pueden encontrar una vuelta digital para productos ya existentes. Un juego de Hasbro llamado zAPPed incorpora una aplicación de iPad al tradicional “Juego de la vida”, con una rueda virtual para los jugadores. Mattel también planea lanzar juguetes que puedan controlar lo que aparece en la pantalla del iPad.

Y conviene no olvidar lo más importante: una presencia activa en las redes sociales. Es importante para la “Gen Z” compartir contenido por lo que se necesita invertir recursos en hacerlo fácil y divertido. El marketing debe adaptarse a estas nuevas reglas de juego si quiere que sus campañas cuenten con el aval de este nuevo grupo. El éxito de las marcas depende de ello.

El desafío de dominar el diluvio informativo

Tanto los expertos en marketing como los consumidores luchan contra el gran volumen de información que se genera todos los días. La clave: controlar el flujo para que los consumidores reciban el mensaje de las marcas.

La información hoy inunda todos los sectores, abrumando a los consumidores con datos que tardan en ser procesados. Con la explosión de las redes sociales se espera que la cantidad aumente aún más. Las cifras prueban la gravedad del asunto: se publican 20.000 libros cada semana y se mandan por día más mensajes de texto que la cantidad de habitantes que hay en la tierra. Este torrente de información dificulta la tarea de los departamentos de marketing cuyo trabajo es lograr que el mensaje se escuche fuerte, por encima del ruido de Internet.

Hoy se habla de “obesidad de la información” y una dieta es necesaria para contraer la cantidad de datos que se ingieren a diario. Hay diferentes categorías de acuerdo al plan que se siga.

Están los que ingieren la información como si fuese comida rápida: ellos consumen los datos fáciles y livianos. Están también quienes devoran tanta información como pueden. Los “carnívoros” de la información consumen de a pedazos: no leen todo el libro, sino que ojean la tapa. Están los que ingieren datos al estilo gourmet – sólo información especifica- y quienes, como en una dieta balanceada, consumen de una variedad de fuentes.

Divididos en estas categorías es más fácil para los expertos en marketing llegar a sus consumidores. Los críticos, sin embargo, opinan que esta segmentación de las audiencias se superpone con otras teorías, complicando aún más su trabajo.

El segmento retail se puede beneficiar enormemente porque es dueño de los datos de sus clientes, especialmente los relativos a las compras. Ellos también sufren de abundancia de información pero usando software especialmente diseñado han logrado identificar grupos de consumidores para que el mensaje resuene.

La empresa de software SAP se encarga de eso. En un informe del sector se estableció que más de la mitad de los retailers piensan que tienen más información de la necesaria. Pero si se la cruza con datos provenientes de las redes sociales, el resultado sería un vistazo hacia las motivaciones y lealtades de los consumidores.

Pero llegar a esa información valiosa cuesta. Es un proceso en el que las marcas deben aprender a distinguir entre los datos valiosos y el ruido. Lo importante no es tener mucha información, sino tener la información indicada. Como la transparencia es importante, las políticas de privacidad de los usuarios deben ser claras. Así lo han hecho gigantes de la tecnología como Google o Facebook que construyeron su negocio ofreciendo servicios gratuitos y de calidad a cambio de información.

Aunque la tecnología prometía facilitar la vida de las personas, la cantidad de información sólo ha complicado el trabajo del departamento de marketing.

Marketing en medios sociales

Con los medios sociales está pasando algo parecido a lo que ocurrió cuando se les dijo a los anunciantes que la Internet era el lugar donde debían estar. Su principal falla fue que aplicaron una mentalidad tipo “hagamos y la gente vendrá”. Nada pasó y los invadió la desilusión.

El desafío de hoy se complica cuando pensamos que los medios sociales vienen a reemplazar otros medios. No es así, simplemente se suman al resto de la esfera de medios. Y por sí solos, los medios sociales no son más importante de otro tipo de medios. Lo que importa no es el medio sino lograr involucrar a la gente en nuestro mensaje.

La forma de lograr que los medios sociales funcionen es volver a la actividad central de desarrollar una buena estrategia de comunicación. Es esa estrategia la que decidirá si lo social es una opción y definirá exactamente cómo va a funcionar para la marca. Conciba entonces los medios sociales como un aspecto más de una buena estrategia de comunicación.

Tres cosas que hacen que los medios sociales funcionen para su marca
Una buena estrategia de comunicación tiene tres ingredientes principales:

• Una estrategia de mensaje/ desarrollo de contenido
• Una estrategia de medios como canal
• y una estrategia de involucramiento

1. Estrategia de mensaje/desarrollo de contenido

El mayor desafío que tienen los anunciantes en la actualidad es la exigencia de ser interesantes. Su contenido, su mensaje, tiene que ser interesante para ser eficaz. La gente tiene tanto control sobre el contenido que consume, que si no le gusta probablemente nunca vuelvan a verlo porque ponen un filtro preventivo que bloquea contenidos.
Por eso es tan importante tener una estrategia. Usted necesita saber a quiénes está tratando de llevar, qué les interesa y si eso tiene algo que ver con su marca. Ponga todo eso junto y tiene algo con lo que puede trabajar. Esa investigación original nunca fue más importante que hoy.

2. Estrategia de medios como canal

Trabajar los matices de contenido/mensaje es vital… pero no servirá si el canal de medios usado para enviar el mensaje es inadecuado, sea para el contenido o para el cliente. Por eso es que la estrategia es tan importante. Usted debe saber a quiénes está tratando de llevar, qué tipo de medios consumen, cuándo y dónde los consumen. Las respuestas decidirán qué canales de medios sociales (entre otras cosas) son los más indicados para su mensaje y para su cliente.

3. Estrategia de involucramiento

La estrategia de comprometerlos a una relación requiere usar todo lo que usted sabe sobre sus clientes, sus intereses y sus hábitos de consumo de medios. Es una solución inspirada por la información crítica que usted ha reunido. Your engagement strategy takes everything you know about your customers, their interests, and their media consumption habits, and brings focus to those insights. An engagement strategy is an idea-driven solution inspired by the critical information you have gathered.

Twitter vs Facebook: ¿quién impulsa más las ventas?

Aunque Twitter tiene la habilidad de llegar a más consumidores vía sponsors o links, Facebook permite llegar a una audiencia más especifica que accede directamente a las tiendas online. ¿Quién gana?

Luego de la explosión de las redes sociales el año pasado llega la hora de medir su eficacia. Twitter y Facebook llevan la delantera en popularidad. Pero, ¿qué beneficios traen a la hora de vender productos o servicios?

Twitter es un medio interactivo para la conversación. Facebook tiene la habilidad de reconocer el comportamiento de sus usuarios –género, gustos y locaciones- de manera que los usuarios puedan ser atraídos fácilmente a lugares de compra.

En lo que se refiere a estrategia de ventas, entonces, Facebook tiene una audiencia más definida y enfocada y eso es más efectivo a la hora de invertir en publicidad. Recientemente han lanzado opciones más sofisticadas para orientar los servicios de publicidad a las audiencias clave. Un ejemplo: la red social puede detectar parejas comprometidas y ofrecer publicidad enfocada a ese momento especial de la vida.

También Facebook da la posibilidad de orientar la publicidad hacia diferentes grupos según dónde se quiera pautar. Las marcas de autos de lujo tal vez prefieran acceder a consumidores maduros con el dinero para comprarlos, por ejemplo.

Pero tal vez el mayor beneficio sea que marcas como Oscar de la Renta, Bulgari y Tory Burch tienen secciones en sus páginas de Facebook donde los usuarios pueden comenzar el proceso de compra y terminarlo en la página web de los diseñadores.

La explicación del éxito de Facebook como herramienta de venta es simple: los usuarios se relacionan más con las imágenes que con el texto y esto permite interactuar con el contenido a otro nivel.

En Twitter las cosas son diferentes. En primer lugar, la información de cada usuario aparece dispersa y no cuenta con las herramientas de Facebook para orientar las ventas a audiencias especificas. Pero tiene, sin embargo, otros beneficios escondidos.

Un ejemplo son las opciones de “usuarios sugeridos” que aparecen en la columna derecha. Otro son los mensajes con sponsors.

La característica más sobresaliente de Twitter es, tal vez, que las marcas hacen la mayor parte del trabajo. El diseñador Marc Jacobs ofrece en su cuenta personal certificados de compra por US$ 10,000 para quienes visiten su nueva tienda en Chicago y adivinen cuántos caramelos hay en un recipiente. Otro grande de la moda, Jimmy Choo, ofrece consejos de estilo vía su cuenta de Twitter con links a productos que conectan al sitio de e-commerce.

Ofreciendo eventos divertidos en 140 caracteres las marcas comunican rápida y efectivamente las novedades de sus tiendas y los instan a comprar allí. Sin embargo con su habilidad para comunicar visualmente Facebook sigue siendo una mejor herramienta para impulsar ventas que Twitter.