Percepciones de las marcas

Hoy tengo una experiencia que compartir, hace unos meses comenzamos a trabajar con una empresa de comida rápida. Empezamos por conocer el sistema de trabajo, los antecedentes gráficos y documentales de las campañas que habían implementado en años anteriores. Mi gran sorpresa es que cuando me entregan el reporte del «archivo muerto», lo único que pude ver fueron las frustrantes decisiones personales sin el mas mínimo conocimiento o percepción de lo que la marca requería en términos de mercadotecnia.

No logré entender como se realizaba la programación de las campañas, ni las directrices que el personal de los departamentos creativos y estratégicos debían seguir. Esto me estremeció, ya que por «fuerita» de las marcas, cualquier mortal pensaría que cuentan con esquemas estratégicos especializados, los números claros y los caminos en desarrollo, pero esto no es así.

Por desgracia la mayoría de los grandes corporativos han perdido el contacto directo con sus consumidores, únicamente pueden ver los números de sus estados financieros, sin entender como es como realmente funciona su marca en el exterior.

Todos tenemos una percepción de las «grandes» marcas, como empresas comprometidas, pero se nos olvida que estas empresas fueron creadas para generar dinero, claro las agencias de publicidad se crearon con el mismo fin, pero nuestra chamba es acercar a las marcas a los consumidores.

Yo me pregunto: ¿Como podemos acercar a las marcas a sus consumidores, si los ejecutivos de las marcas no cuentan con la sensibilidad de sus consumidores? En muchas ocasiones ni siquiera consumen sus productos.

Estas y muchas mas complicaciones son las cotidianas en este medio, nos toca a cada uno de los que formamos parte de este universo, crear conciencia que el consumidor final de nuestros clientes, somos todos y que no se trata de ganar una cuenta más, se trata de generar un vínculo real entre su mercado meta.

Esto es un taco más de lengua, pero considero importante que para que una empresa crezca requiere de ese «plus» que le podemos dar con la cursilería de sentir las marcas.